29 julio, 2007

Desempolvando el alma


Una mujer, la más grande de la estirpe de los olivares se encuentra recodando e hilando la historia de la familia a la que pertenezco. Su nombre es Gloria Olivares Téxon, aun conserva ese brillo de juventud que se cuela en su mirada, poseedora de enormes ojos que parecen hablar por sí solos, como si tratan de contarnos algo. En su cara se dibujan aquellos antepasados a los cuales ha conocido, y conserva en su corazón las historias que se trazaron a lo largo de la vida de mi familia y que ella empieza a relatar.
Su madre, Ana maría texon robles se casó con Felipe olivares García, un hombre que dedicó su vida a los ferrocarriles, un tipo de buena percha, que llegó a ser el jefe de estación del ferrocarril de Coatepec, puesto que le valió la simpatía, estima y respeto de mucha gente que incluso ahoral recuerda con cariño.
Anna de una belleza absoluta; delgada, de finas facciones, y de ojos claros, opuesta a la apariencia de aquel hombre que la enamoró. Ella, según cuenta la tía, se paseaba por el centro de Coatepec con unas zapatillas verdes de terciopelos y el cabello retorcido a la moda de la época, caminaba por el parque, que era la única atracción del lugar, y a pesar de ser cortejada por muchos jóvenes guapos y de buena posición, fue conquistada por mi tatarabuelo, un hombre imponente, de tez morena y adorablemente detallista, el cual dedicaba sus horas a las andanzas en el ferrocarril, pasión heredada de su padre, mi tátara-tatarabuelo Manuel Olivares.

Me di cuenta que provengo de una familia de ferrocarrileros, ¿será por eso que se me va el tren?...mejor le sigo. Siendo este medio, el único transporte colectivo en la zona, la importancia que adquiría los que trabajaban en el “piojito” cómo llamaban a la máquina de trenes que ahora se encuentra en exhibición en las calles de Xalapa, era alta, es decir mi tatarabuelo era tratado como si hubiese sido político. Sin embargo para conquistar a Ana se hacía falta más que conducir un tren, pero eso no fue un problema, ya que lo que se hubiese necesitado, Don Felipe lo tenía, y tal es así que logró que ella casara con él, en el 38. Sólo se casaron por la iglesia, que era el vínculo único por el que las parejas se enlazaban, sin embargo, el lazo de amor que los unió pronto rindió frutos.
La casa donde La tía gloria me cuenta la historia de mi familia, fue comprada por los padres de Felipe, Manuel Olivares Hernández y Adelaida García Almansa, tenía una ventana enorme, que llegaba hasta el piso, éste era de mansarin, que fue sustituido después por unos mosaicos que asemejan a una hermosa alfombra persa amarilla con rojo. Pintada con una cenefa al puro estilo rústico, esta casa recibió a los recién casados y a los hijos por venir. Cuatro fueron los que la pareja procreó, sin embargo uno se murió en el vientre, el único hijo varón de esa unión pereció de manera natural.
Felipe al trabajaba en la estación poseía una buena posición económica, y era conocido y respetado por muchos y hasta por los asesinos a sueldo. Mi tía me cuenta una anécdota que al parecer es una de sus favoritas. Ella dice que alguna vez su padre recibió un cargamento en el ferrocarril que al parecer estaba abandonado, a pesar de que él reportó el cargamento, nadie llegó a avistarlo y la curiosidad lo mató. Se encontró con un cargamento lleno de monedas de oro prácticamente abandonado, a pesar del a tentación, él devolvió el cargamento que había sido llevado hacia allá por equivocación a México, dándoles a sus hijos una lección de honradez que al parecer hasta ahora no se olvida.
Muchas historias pude escuchar que llenaron mi alma con un nuevo panorama, ahora sé de dónde vengo y concuerdo con aquellos que dicen que es bueno conocer el pasado, para así poder hilar un mejor presente. Esta mujer me dejó la mejor herencia que alguna vez haya podido recibir, una herencia invaluable que guardaré en mi corazón y la cual no me cansaré de difundir.

4 comentarios:

Eva María Ashanti Zaragoza Marín dijo...

muy bien! ahora ya tu pasado está lucido, tu presente lo vas forjando y tu futuro lo decides tú!
jajaja que bueno que las vacaciones te sirvieron de algo

Anónimo dijo...

oye, interesante tu arbol genealogico y aun mas, que te intereses por el, en realidad hay pocas personas que lo hacen. Ten un dia rico ok ?, aqui estare pendiente.

Anónimo dijo...

Wow!

Me encantó la historia, como de película antigua...Es increíble como la gente cambia, no?...Éstas historias no se dan en estos tiempos!!...Probablemente, las historias que mis nietos tengan sobre su descendencia, estén más relacionadas con transporte público que con trenes!!...Que mal!!...Eso le resta romanticismo jhahjajhah...

Todo es cada vez más trivial!!...

Ninna beia*

Misael Sámano-Vargas dijo...
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