21 agosto, 2007

Una historia tabasqueña

La siguiente conversación, la escuché en las pláticas inútiles que puedes sostener en una boda.

Cuenta la historia que un par de señoras estaban sentadas fuera de su casa, soplándose con sus respectivos abanicos, de pronto un hombre se acerca y les dice:
-está fuerte la menopausia.-
A lo que las señoras responden con un aire de desprecio, y soplándose con el abanico:
-no pendejo, somos tabasqueñas.-

2 comentarios:

Fa dijo...

Qué genial debió sonar eso...

yo tengo un abanico =)

Rafael López Castañón dijo...

jajajaja




que genial no manches






es que me da mucha risa la sabidiría de las señoras




cuídate!

beso