01 junio, 2007

¡Una vida llena de preocupaciones!

Cuantas veces hemos soñado con una vida dónde todo sea –Fácil-, al menos yo he tenido esa idea de que algún día podré vivir sin preocupaciones y lograr una estabilidad tanto física, profesional y emocional, sin embargo no existe tal cosa.

Los seres humanos tendemos a complicarnos la existencia, eso a lo mejor le agrega sabor a esto que se llama vida, pero si es tan complicado ¿por qué lo hacemos? A lo mejor y muchos estén en desacuerdo conmigo, pero yo creo que es porque así debe ser.

¡Já! puede que no esté dando respuesta alguna, pero para empezar, en tantos años que llevamos los seres humanos de existir, ninguno ha podido dar una respuesta exacta de cual es el propósito de la vida. Aparte de ser un proceso biológico, realmente nadie ha podido decir para qué vivimos, y pues al no encontrar un propósito, hemos decidido darle uno. Superar obstáculos y complicaciones creadas por nosotros mismos para regocijarnos y disfrutar de los triunfos que cultivemos.

Sino que alguien me explique ¿para qué esforzarnos por pasar 4 o 5 años (en mi caso creo que serán 7) cursando una carrera universitaria? ¿Quién dijo que para cumplir el propósito de vida tenemos que realizarnos profesionalmente? La verdad es que no lo sé, pero a alguien se le debe haber ocurrido. Dicen por ahí que en la vida las cosas se “autoregulan” es decir, se adquieren orden por sí mismas, sin embargo depende de la sociedad seguir o no ciertos patrones.

La complicación es propia del ser humano, o al menos mía, y creo que es buena porque qué aburrido sería que todo fuese fácil, no tener que resolver nada, que todo adquiriera su curso por sí sólo y así no tener de que vivir preocuparnos.

A veces las complicaciones pueden ser tan tontas que hasta son risibles, sin embargo eso es lo que le da propósito y sabor a esto llamado vida, y si no, chequen algunas de las clásicas preocupaciones a las que nos enfrentamos:

Mamá:
-¿será niño o niña?-
-¿qué nombre le voy a poner a mi hijo?-
-¿no me va dar tiempo de hacer la comida?-
-¡no le planché el uniforme a Juanito!

Papá:
-¿cómo le digo a Panchito que no debe tocarse ahí en público?-
-¡perdí el dinero de la quincena en el póquer!
-ya voy a llegar a mi casa ¿huelo a perfume de puta barata?

Niño(a):
-¡ya me hice pipí en la cama otra vez!
-¡reprobé ciencias naturales!
-¡estoy castigado 1 semana!
-¡Pepito no me ha invitado a su piñata!

Adolescentes-pubertos:
-¡me salió otro grano!
-ya me bajó ¡iuc!
-¡juanita le dijo a Alex que me gusta! ¡Maldita! ¿Ahora cómo lo voy a ver a la cara?

Y así van creciendo las preocupaciones mientras nos acercamos al fin de nuestras vida (sí es que no nos atropella un carro en pleno paseo tabasco y nos interrumpe abruptamente) en fin, la vida es cúmulo de preocupaciones, las cuales nunca van a disminuir, sólo cambiarán de forma, así la próxima vez que nos preocupemos mejor disfrutemos el momento, porque gracias a eso la vida tiene sentido.

5 comentarios:

Fa dijo...

No hay que preocuparse...

si ya sabemos que nos haremos viejitas en la uni, mejor disfrutemosla =)

*CaleidOscópica dijo...

jajajaja, tienes razón princesa saldremos siendo las comunicólogas pasitas

Rafael López Castañón dijo...

hola!

no te compliques tanto. haz lo que te venga a la mano, disfrútalo, trabaja, descansa, aprovecha tu tiempo, haz lo que quieras hacer. nomás toma en cuenta que un día vas a dar cuenta de lo que hiciste, bueno o malo



ah y de mi post: no era la idea que fuera algo romántico


:) que tengas linda semana!

Efímera dijo...

Tienes mucha razon.

Anónimo dijo...

Jhjajha...

Chin!!...Es verdad, como olvidar esos momentos de adolescente cuando te preocupas x que aquel tupo no se entere que te gusta!!...Oops!!...Jhajhajh...Todavía me pasa!!...Jhajha...

He de morir...

Ninna!!