13 octubre, 2007

Crayolas

Si el mundo fuera de los niños, seguramente las paredes estarían pintadas con crayolas...

Muchas historias hemos dibujado con crayolas, hemos pintado paredes, dibujado retratos familiares, o el clásico árbol de manzanos que nos piden en el kínder.
El origen de esas pequeñas barras de ceras de colores, que han fascinado a millones de niños alrededor de mundo tienen más historia de la que podamos imaginar.
Antes de que Binney y Harold Smith les dieran una imagen radiante, los crayones eran barras toscas hechas a base de ceras y tizas en colores opacos, sin embargo, es por estos hermanos que sale al mercado la primera caja con 8 crayones de colores vivos.
Negro, café, azul, rojo, morado, anaranjado, amarillo y verde, fueron los primeros colores que se lanzaron, y fue un gran acierto que colocó a los crayones, como uno de los mejores inventos de principios del siglo pasado. Su nombre es la combinación de 2 palabras en francés y significa “gis aceitoso”, el cuál fue sugerido por la esposa de Binney.

Para su fabricación, Binney y Smith desarrollaron pigmentos sintéticos no tóxicos, pues su mira era el mercado infantil, entonces tuvieron que prever cualquier travesura que a los pequeños se les pudiese ocurrir (llevárselos a la boca, comerlos, etc.). Se diseñó también un tamaño adecuado para las pequeñas manos. Hasta la fecha, las crayolas siguen el mismo proceso de producción de hace 100 años, siendo sólo algunas pocas mejoras las que se le han hecho; como ser lavables, y fluorescentes.
Como dato curioso. En 1962 se cambió el nombre del color “carne” por color “durazno” ya que no todas las pieles son de ese color. Los colores preferidos de los niños son el rojo y el azul y actualmente se venden más de 1 millón de crayolas al año en más de 60 países del mundo entero.

*09/09/2007 Diario Presente,

Karely Hernández.

2 comentarios:

Kvelda dijo...

Quiero vivir en ese mundo de grafitti lavable, de semáforos de azúcar y estrellas de chocolate blanco. Quizás ya estoy ahí.

Hugo Reynaga dijo...

Oooooh!

Muy interesante.

=D

Me encantan las crayolas... como debes suponer por mis paredes rayadas, hehe.