una súper aburrida historia de mi tarea a mano

don Checo-motoneta en su blog escribió una entrada que me impulsó a contarles mi aventura de ayer, pero antes, un preámbulo.

en la prepa tuve mi primer PC, una DeLL color negra que me enseñó un mundo completamente nuevo, de ahí, a mi madre se le ocurrió la brillante idea de contratar el internet. jamás me imaginé que aquel aparato me iba a enseñar un mundo totalmente nuevo. ¿tareas a mano? ¡por favor! (lease con obstinación) ¿búsquedas en enciclopédias o libros de consulta? ¡jamás!
no sé cuánto tiempo pasó de aquella fecha, hasta la noche de anoche.

me encontraba en mi cuarto a la una de la mañana (ayer casi me secuestran, y pues la adrenalina no me dejaba dormir) cuando pensé que si no tenía sueño podría ser productiva y mejor ponerse a hacer tarea, así que me dirijí a consultar una libreta de pasta francesa (a quién le importa) donde tenía anotada la tarea. la sorpresa: había que entregarla a mano.

ya con aquello, la cosa se puso fea, cuando después viene lo peor, me dirijo a panchita (mi lap) y recuerdo que me habían cortado el internet ¡porque no habíamos pagado! ajá ¿y luego?

recordé que hace mucho tiempo solíamos caminar a la papelería más cercana para buscar monografías, ¡de todo había!, ¡de todo se encontraba en el catálogo! o de plano, sentarse en nuestra enciclopedia LARROUSE y buscarla información del tema.

como era la una de la mañana y ya la papelería más cercana estaba cerrada, recurrí a mi LARROUSE. ¡Lo encontré todo!

después de reunir mi información, no podía copiar y pegar, así que comencé a pasar mis ojos por aquellas páginas inmóviles, sin publicidad a los lados, y sin el aleatorio de canciones, pero dije -tranquila, todo está bien-

y proseguí a plasmarlo en las hojas de papel. las especificaciones de la maestra fueron muy claras; a mano, con letra de molde y legible, con márgenes de 2.5 y máximo 3 cuartillas.

después de dar vueltas como loca por mi casa para conseguir la escuadra, las hojas, el lapicero, el lápiz y el borrador, comencé a hacer lo márgenes y después a escribir, pensé en la horrible letra que tengo, en lo feo que se veía aquel texto con mi letra, pero al final, -todo estuvo bien- terminé, recordé y vi que no me voy tan chueca, a pesar de que eran como las 3 de la mañana.

ah! por qué mencioné a Checo, poque el habla de lo difícil que es salir limpio con aquello de las tarjetas de crédito, y pues es una forma de ser aparente, así como el internet y las computadoras nos han dejado sin la intención de leer en realidad y escribir en realidad.

bueno, comenzó una película y quiero verla, así que aquí acabo.